BOJ (Buxus sempervirens) o BUXO

El boj es ese amigo que siempre que lo necesitas esta ahí para aceptar tu mano cuando no llegas a subir ese escalón tan alto, cuando en el helado suelo pegas un resbalón, sacrificando alguna de sus ramas para  asirte a él y poder continuar tu camino. 

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Es un arbusto de hoja persistente, se encuentra en terrenos calcáreos en montes y bosques, es muy  frecuente en España. Crece de forma silvestre, pero puede ser cultivado para formar setos y cerramientos, raramente sobrepasa los cinco metros siendo lo normal encontrarlo en setos de altura reducida. Su tronco es recto aunque ligeramente retorcido, posee abundantes ramificaciones de color verde las más delgadas, presenta una corteza de color pardo grisácea clara con acanaladuras que forman  pequeños formas geométricas. La forma de la copa es piramidal ramificando desde escasa altura. El crecimiento de este árbol es lentísimo así como el ensanchamiento de su tronco. Desde antiguo se ha empleado su madera, por su gran dureza, para fabricar diferentes tipos de utensilios domésticos.

Es de hojas perennes, de peciolo muy corto prácticamente pegado a la rama, con un brillo característico, opuestas, de forma ovalada, con color verde en el anverso y amarillento en el envés, y un tamaño de entre dos y tres centímetros.

Las flores carecen de pétalos, de color verdoso, situadas en la intersección de las hojas con el tallo, forman pequeños grupos con una flor femenina en el centro y varias masculinas alrededor. 

El fruto es una cápsula ovoide con tres cuernos pequeños en la parte superior que contiene semillas negras y brillantes. Aunque tradicionalmente se le concedió al boj propiedades medicinales sobre todo una supuesta propiedad de hacer crecer el pelo en los calvos, en realidad es un arbusto tóxico que  puede producir graves trastornos en caso de ingestión. El cocimiento de las hojas se emplea como laxante y depurativo. También en la insuficiencia biliar.
SALU2
MªCarmen.